Domingo por la noche, en medio de toda la naturaleza vascunce un caserío, un camarero vasco muy pillo, un chuleton, una pitxerra de cerveza, vino, risas y un equipo de Triatlon fue el resultado de todo el fin de semana pero…. Contemos las cosas desde el principio.
Vitoria, Vitoria, Vitoria, Vitoria y más Vitoria es lo que hemos tenido en mente muchos de nosotros desde hace casi un año que nos inscribimos al medio iron man, aún intento recordar quién fue el que soltó el típico no hay huevos en el whatsapp. Algunos con intenciones de hacer buen tiempo, otros simplemente queriendo acabar y otros incluso buscando un podium pero lo que todos teníamos en común eran las ganas de pasarlo bien y de disfrutar del que dicen es el mejor Triatlon de España
Así que después de tanto tiempo, llega el día, es viernes y hay que partir a las vascongadas. Los coches no sabemos si iban cargados de ilusión, nervios o de que pero he visto mudanzas más sencillas que el material a llevar. Neopreno, bici, cascos, dos gafas para nadar por si se rompe una, zapas de bici, zapa de correr, calcetines, medicamentos, geles, por cierto has metido el neopreno???? Y así hasta revisar en tres ocasiones que llevamos todo
Cogemos el coche y a la media hora de estar en él… ZAS! La primera en la frente un atascazo del copon y eso que no se puede ir a rueda… o eso era en la bici?? Salimos del atasco y cuando esto empieza a tirar, ZAS! hay un triatleta carabanchelero en el km 149 de la A1 con un coche reventado y una bici, en otras ocasiones hubiésemos dejado el coche ahí y hubiésemos ido en bici a Vitoria pero teniendo un medio a dos días no era lo mejor…
Pero bueno el seguro hace su trabajo y todos llegamos el viernes a Vitoria así que día salvado.
Sábado por la mañana. Que comience el baile! Suena el despertador bien temprano y 1000 cosas por
hacer, 40 min de bici a ritmo de verano azul para comprobar que los cambios están bien y que todo el material está en orden, recogemos el dorsal, babeamos en la Expo con las cabras de 6000 euros y vamos a toda leche a la charla técnica.
Corre otra vez a la t2 a dejar la bolsa del run, ahora a landa a dejar la bici y luego a Vitoria para cenar pasta de nuevo, que no sea por qué nos falten hidratos….
A esta parte la llamaría estrés.
Domingo, suena el despertador a las 5:30 para irnos de fiesta esperando que no nos toque bailar con la más fea.
Más hidratos para desayunar, debo de tener los depósitos de glucógeno abarrotados ya y cagando melodías para landa, pero si casi no es de día!!!!
Revisamos todo el material de la bici y dejamos todo en orden para la T1 y comienza el juego de ponerse el neopreno, bolsas en las manos y pies, vaselina por los gemelos, brazos, entrepierna, un poco más de vaselina en la entrepierna, cara de felicidad, un poco más de vaselina en la entrepierna, más cara de felicidad bueno a lo que vamos…
Todos con el neopreno y con los nervios a flor de piel pero nuestras chicas nos tranquilizan con unas fotos de todos juntos para el recuerdo.
Son las 8:00 pero no pueden dar la salida, de la niebla que hay no se ve ni la primera boya así que se retrasó la salida a las 8:45
Suena la bocina y…..GO GO GO GO GO GO GO GO GO GO GO GO GO GO GO GO GO
El agua del pantano estaba buenísima, buena temperatura y se veía hasta el fondo pero ya nos encargábamos nosotros de ponerla turbia. Fue una verdadera guerra, patadas y puñetazos pero aun así cada uno encontró su ritmo y salimos todos el agua vivos, en este sector teníamos más que perder que de ganar.
En la bici en general volamos, el circuito era muy llano y se podía dar caña a las bielas, entre la adrenalina de la competición y el terreno las medias han sido de escándalo.
Km 90 de bici y solo 2 km para la T2, y que 2km…. La ciudad repleta de gente animando, llegas a la T2 y dejas la bici a un voluntario que la guarda por ti y entras en un pasillo repleto de gente animando. Sin ninguna duda uno de los momentos más bonitos de la competición.
Coges las zapatillas y sales a correr, y pasas al lado de la meta y te dices a ti mismo «voy a por ti!»
Media maratón queda por delante que con la gente que hay parecen 5k, esta gente te lleva en volandas. Si no fuese por el calor que hizo ya seria como si la zapas fuesen solas pero aun así hay momentos que hay que coger el martillo pilón y tirar y tirar y volver a tirar como decía Luis Aragonés.
Ves que te acercas a la meta que lo estás haciendo, que consigues lo que hace meses parecía imposible, que tu cuerpo y cabeza han podido, que has tenido imprevistos y los has superado y mientras vas pensándolo te emocionas… y esa emoción se mezcla con el sufrimiento y los sacrificios que has pasado y justo cuando llegas al estar debajo del arco de meta estallas
SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Te dan la medalla y te sientes como un superhéroe o como un medio ironman, y tus compañeros de equipo esperándote para abrazarte y felicitarte y te tomas un isotonico de cebada con ellos mientras intercambias sensaciones de la competición.
A esta parte la llamaría FELICIDAD
Recogemos todo el material que la organización nos ha guardado, descansamos y es cuando volvemos al principio de esta historia
Pitxerras de cerveza, chuleton, risas, vino y un equipo de Triatlon 🙂
No puedo acabar sin agradecer al equipo de apoyo logístico que hemos tenido estos días en Vitoria porque sí no fuese por ellas nosotros no llegamos a meta ni de coña, estas chicas valen su peso en oro!!!
Recordar a dos compañeros que no han podido estar con nosotros por motivos personales y que sabemos que lo hubieran hecho genial en la competición y que lo hubiesen disfrutado pero ya vendrán más medios, la familia siempre es lo primero, aquí siempre tendréis la familia Triatlon Carabanchel.
Por Jose A. Tostado
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